En los últimos dos años, el enfoque de mi investigación y mi practica es alrededor de los trabajadores temporales internacionales y su situación de vida en las granjas Canadienses. Estoy interesado en las condiciones de vida de los trabajadores, su trabajo pesado y aburrido, al igual que la opresión, los recuerdos, los sentimientos y la nostalgia que sienten durante su estancia laboral extendida en un país extranjero.
Hay numerosos trabajadores temporales en las granjas de países como México, Nicaragua Jamaica, en ambas regiones de Canadá, el este y el oeste. Este año, la populación de trabajadores temporales ha llegado a trecientos mil personas. La globalización actual ha establecido un ambiente y condiciones especificas para este grupo de trabajadores. Tuvieron que soportar sus vidas dentro de este sistema para poder cumplir los requisitos necesarios para esta profesión. Hasta hoy en día, la populación de trabajadores estacionales internacionales, en Canadá, sigue aumentando.
12 de Julio
He dirigido entrevistas con muchos de los trabajadores temporales Mexicanos en el área del Rio Fraser en Columbia Británica, y he estudiado sus ámbitos de trabajo y de vivienda, a fondo. Este Julio, llegue al distrito de las Cataratas del Niagara en Ontario para estudiar y entrevistar a los trabajadores Mexicanos y Jamaicanos del área. Fui ofrecido mucha ayuda y acogimiento de Stuart Reid, el director y curador de, “Rodman Hall Art Cenre” en la Universidad de Brock. Me ayudo en contactar al comité de apoyo de trabajadores temporales en las granjas antes de llegar, para poder empezar mi trabajo de inmediato después de mi llegada. Stuart me llevo a visitar las granjas cercanas. Pude ver un mar lleno de huertos sin fin, a través de la tierra, relativamente plana.
Cuando camine cerca de los huertos, pude ver las figuras de los trabajadores extranjeros moviéndose indistintamente entre los arboles. El contraste entre los trabajadores y el paisaje idílico de la granja fue muy aparente. Mi primera reacción fue: por que solo contratan a trabajadores extranjeros, por que no los locales? Después de un tiempo, aprendí que por las regulaciones de la paquetería y el tamaño de la fruta, las granjas tuvieron que aumentar su costo de la labor para poder sobrevivir comercialmente, resultando en que los productos Canadienses de las granjas enfrentaron mas amenazas de los productos granjeros de E.E.U.U. por el contraste en los precios. Muchos de los trabajadores locales decidieron dejar las granjas y mudarse a las ciudades por trabajo y residencia. Para mantener la escala de manufacturación en las granjas, los dueños tuvieron que contratar trabajadores extranjeros para satisfacer la demanda de mano de obra.
La primera gente que conocí fueron los tres trabajadores en bicicletas. Estaban al borde del camino observando que estaba pasando al otro lado: un hombre Caucásico enseñándole a otro trabajador como usar un segador. Con bolsas de plástico llenas de comestibles colgadas a los fines de las manijas de las bicicletas; acababan de regresar de un supermercado local. Detuvimos el coche y nos acercamos a ellos para platicar. Pudieron comunicarse con nosotros a través del ingles básico. De esa conversaciones, aprendí que ellos eran trabajadores temporales proviniendo de México, y que vienen cada año para trabajar en las granjas por ocho meses. Cada año tienen que aplicar por una visa de trabajo nueva para poder tener la oportunidad de regresar aquí. Me dijeron que toda la gente que camina o monta en bicicletas como ellos, eran granjeros temporales.
Llegamos a otro huerto que se especializaba en cultivando albaricoques. Pude ver a los trabajadores aparecer y desaparecer dentro de las brechas de los arboles, y aun así no pude ver sus caras claramente. Esta imagen describía su situación. Son la gente ignorada por las comunidades locales. Son un grupo de personas que son pasadas por alto.
Salí del coche y camine hacia los arboles de albaricoque, y pude ver que cada trabajador vestía de manga larga y pantalones largos para evitar las picaduras de los insectos. Hasta en la cabeza utilizaban sombreros que solo mostraban una parte de sus caras. Tenían un palo largo, pegándole a los albaricoques verdes pequeños que crecían las ramas. Estaba un poco confundido en por que le pegaban a la fruta que parecía perfecta, dejándola caerse al suelo y gastarse. Cuando le pregunte a uno de los trabajadores jamaicanos, me dijo que si un árbol tiene mucha fruta, los nutrientes están muy disperses, y la calidad de la fruta es baja. Para tener garantía de la firmeza de la fruta, el exceso se tiene que cortar.
Fuimos a otra granja donde los albaricoques ya habían madurado, y los trabajadores estaban descansando comiendo su comida empacada. Algunos de ellos estaban hablando sobre el teléfono. Cuando pregunte a quien llamaban, me dijeron que a sus familias. Ya que no hay internet, la única manera de comunicarse con su familia es por el celular con una tarjeta telefónica internacional.
13 de Julio
Stuart me acompaño a ver el Mercado Granjero Anual de Niagara. Este, era una gran evento, donde los granjeros del área podían venir a vender sus productos, como vegetales, frutas, carne salada, y pan. Son eventos como este que ejemplifican la pasión y la dedicación que tiene la comunidad para su producto granjero y su mano de obra. Además, eventos como este muestran la relación entre los dueños de las granjas, sus trabajadores y el resto de la comunidad.
Planeamos conocer a un dueños de una granja en el Mercado, pero desafortunadamente nunca vino. Le preguntamos a la gente, y nos llevaron con la esposa del dueño y su hija quienes estaban vendiendo frutas en frente de su puesto. Su esposa nos informo que el no pudo atender por otras razones, y nos invito a que fuéramos a visitarlo a su granja en un par de días. Después, me entere de una fiesta de picnic el siguiente día en el Mercado, donde tres mil personas vendrán con su mejor-preparado platillo casero para compartir con toda la comunidad. Quería asistir, pero ya había hecho planes para visitar las granjas.
Después de dejar el Mercado, Stuart me llevo a ver Jane Anders, quien es dueño de un ‘bed and breakfast’, y también organizador del comité comunitario de apoyo al trabajador estacional. Jane es muy reconocida en la región de las Cataratas del Niagara, y los trabajadores se refieren a ella como “madrina”. Ella ha ayudado a los trabajadores estacionales por mas de una década, y ha visitado muchas familias de los trabajadores en Jamaica, numerosas veces. Su esposo, Robert, es un músico local. Tiene su propia banda y canta de vez en cuando en comunidades cercanas. Muchos trabajadores jamaicanos han participado en sus espectáculos. Jane me introdujo a la historia de los trabajadores estacionales de las granjas en su región. Casi todos provienen de Jamaica, incluso algunos llevan trabajando mas de treinta años. Jane conoce a cienes de trabajadores, y se ha vuelto amigos con muchos de ellos. Mientras platicábamos, muchos trabajadores pasaban a visitarla.
Jane me conto que la región solía ser un campo de batalla hace dos siglos, y luego se convirtió en una fabrica de procesamiento de madera. Después, ellos comenzaron a plantar arboles fruteros, y la región se convirtió en una de las mas prestigiosas huertas en Ontario que se especializan en produciendo albaricoques y duraznos. Sin embargo, en el ultimo siglo, las granjas comenzaron a cortar los arboles fruteros y quemar la madera. Querían convertir los huertos en viñedos.
Un dueño local comenzó a hacer inversiones en gestión de hoteles e ‘inns’ en la región de las Cataratas de Niagara, con un inversor que conoció a través de su matrimonio arreglado con un inmigrante de Hong Kong. Su granja ha expandido rápidamente, y se convirtió en la granja mas grande de la región. También fue el primer dueño de granja que comenzó a sacar sus huertos para crecer uvas. Sus acciones representa la tendencia del desarrollo Agrícola, pero los locales tienen opiniones fuertes sobre esta transición. Si estas tendencias continúan, no tomara mucho llegar a un tiempo donde destruyan el viñedo para plantar otras especias. Estos cambios frecuentes podrían dañar la ecología de las regiones seriamente. Solo nos pudimos quedas un poco de tiempo, por el horario ocupado de Stuart. Me organice con Jane para poder visitarla el siguiente día, e ir a visitar la granja.
Stuart tuvo que regresarse a su casa en la tarde, y me invito a su casa. El vive a tres horas de St. Catherine. Lo agradecí pero tuve que negar su invitación ya que tenia que continuar con mi investigación al acorde mi horario. Estuvo muy feliz de poder acompañarme a las granjas, y me dijo que finalmente tuvo la oportunidad de aprender sobre la comunidad mas a fondo. Si no fuera por mi investigación, tal vez no tuviera la oportunidad de tener una experiencia así. Stuart me llevo a una empresa de alquiler de coches en St. Catherine y me ayudo alquilar un coche pequeño, para poder viajar yo mismo.
14 de Julio
Me desperté temprano y maneje a la casa de Jane. Me llevo a las granjas cercanas para ver el proceso de como la región ha cambiado de un bosque a una huerta, y finalmente en una viña. Parado en medio de todo, el impacto de la cultura consumista en el cambio ambiental y agrícola es enorme. La preferencia de los consumidores deciden la producción de las granjas. Siguiendo a Jane hacia un cementerio adjuntado por piedra, me dijo que ese cementerio era el mas Viejo de la historia en esa región. El cementerio había presenciado todos los cambio de la región a lo largo de dos siglos.
Después, fuimos a visitar la casa de uno de los dueños. El dueño de la granja era un inmigrante de Suiza, y había vivido en Canadá por cuarenta años. Le pregunte por que se mudo aquí, y me dijo que era joven, y tenia ambiciones en hacer gran negocios. Estaba abrumado cuando vio esta granja tan grande, y así decidió inmigrar. El dueño tiene un hermano chico que es un fotógrafo Suizo, quien estaba muy emocionado de conocerme. Le conté como estaba planeando tomar algunas fotografías de la granja y entrevistar a los trabajadores, y acepto mi proposición generosamente. Su actitud me sorprendió. Cuando estaba en Columbia Británica, había tenido malas experiencias con dueños de granjas. Eran indiferentes y me negaron la oportunidad de entrar su granja. Sin embargo, la pasión de este dueño y su sinceridad me impresiono. Luego, procedió en contarme que los trabajadores empiezan su trabajo a las seis de la mañana, y me aconsejo venir en la mañana para poder filmar y entrevistar ya que en la tarde hace mucho calor. Lo agradecí por sus preocupaciones, al igual que su generosidad por dejarme regresar.
Le dije a Jane que quería fotografiar las condiciones de vivienda de los trabajadores así que me llevo a sus residencies – dos casas ubicadas en una tierra de cultivo alojando a veinte trabajadores jamaicanos en total. Jane me recordó de no tomar fotos de inmediato, y que debería de dejar que me conozcan antes de pedirles permiso, sino podría crear malentendidos. Empecé a tener conversaciones con algunos de ellos. Estaban muy curiosos acerca de mi, preguntándome que estaba haciendo ahí. Les explique sobre mi proyecto de arte sobre trabajadores estacionales y como va a ser exhibida el año que viene en la Universidad de Brock. Cuando les dije que quería saber mas sobre su situación actual y les pregunte sobre su estado de vivienda, un hombre de edad mediana me conto como había estado trabajando aquí, viajando entre Canadá y Jamaica por 37 años ahora, trabajando ocho meses al año. También me conto que construía cajas de madera grandes, cada año, para enviar necesidades y comida devuelta a Jamaica. Estaba sorprendido al escuchar esto, por que mandarían comida desde Canadá? Y me conto como la comida en Canadá es mucho mas barata que la comida en Jamaica. Mientras miraba a mi alrededor, por fin entendí el propósito de los paneles de madera esparcidas por el piso. Estas cajas me recordaron del tiempo cuando yo era un joven escolar durante la Revolución Cultural China. Comprábamos muchos productos granjeros como carne, pollo, y huevo, y los conservábamos, en cajas de cartón o canastas, y los llevábamos a casa. En ese tiempo, había una escasez de suministros en la ciudad, cada persona solo obtenía una ración de 250 gramos de cerdo y 250 gramos de aceite vegetal cada mes. Productos granjeros se obtenían en rareza, como tesoros que el dinero no podía comprar.
Le pregunte si podía ver su habitación. Abrió una puerta hacia un cuarto pequeño con dos camas. El resto del espacio estaba lleno de cajas de cartón y pertenencias dispersadas. Me dijo como esas eran las cosas que ha acumulado para preparar la embarcación devuelta a Jamaica. En la pared se encontraba un calendario con un poster de una mujer Jamaicana joven en bikini. Sus pertenencias estaban dispersadas por su ama y su mesa; artículos como su celular y otras necesidades diarias. Lo que me pareció mas curioso eran los peluches, los coches y otros juguetes en su cuarto. Me conto como esos son para su nieto. Viendo estos juguetes en su cama me hizo compadecer con sus emociones de ser un padre, un mayor, y la idea de tener que pensar en su familia al estar tan lejos de ella. Eso calentó mi Corazón. En el concurrido espacio temporal que no se podía llamar un hogar, lo que brillo por los juguetes de los niños y todo lo demás fue la privación que tuvieron que soportar para poder darle a su familia una vida normal.
Durante nuestros años como jóvenes educados durante la Revolución cultural, tuvimos que enfrentar nuestros dilemas emocionales similares a las circunstancias los trabajadores estacionales estaban enfrentando. Recuerdo estar confundido y frustrado sobre mi futuro en el campo por mis malos antecedentes familiares. Nunca estuve interesado en tener una novia, siempre tuve miedo de mi propia incapacidad de alimentarme. Como voy a poder empezar una familia, y dejar que mi hijo viva conmigo en mi desesperación y desesperanza? El pelo detrás de mi nuca se paraba de inmediato al pensar en esto.
Les pedí permiso para fotografiar su habitación y tomar sus perfiles, y aceptaron felizmente. Cuando me abrí personalmente, y me comuniqué con ellos emocionalmente, respondieron con el mismo nivel de sinceridad y compartieron conmigo sus historias emocionales.
Después, Jane me informo que tenia que llevar a uno de los trabajadores Jamaicanos a la clínica para ser revisado. De lo que yo sabia, los trabajadores estacionales no tenían seguro de salud, como podían ir a ver a un doctor? El paciente que llevaba Jane, parecía tener SIDA, y tenia que ir a la clínica por una confirmación. La clínica se encontraba en lo que parecía un cuarto vacío en el centro comunitario. Conforme entramos, vi a numerosos trabajadores Mexicanos y Jamaicanos esperando a ser atendidos. Habían profesores, doctores, estudiantes de medicina y voluntarios ayudando con el registro, las examinaciones y el cheque general. Jane me conto como la clínica fue establecida el año pasado después de muchos años que el grupo de apoyo de los trabajadores estacionales lucharon para darles a los trabajadores los beneficios que se merecen. No había seguro de salud anteriormente. Si un trabajador se lesionaba antes del trabajo, era incapaz de recibir subsidios por incapacidad. Solo fue hasta recientemente que el seguro fue disponible, pero aun así era muy difícil implementar los seguros. Me conto sobre una historia de un trabajador que tenia una lesión en su mano izquierda por una maquina en el trabajo. La compañía del seguro se negó a pagar por su susidio por incapacidad con la escusa de que el trabajador podía trabajar con su otra mano. Lamentablemente, por el proceso complicado, trajes de la ley continúan por muchos años sin llegar a un fin.
En la tarde, Jane planeo atender una clase de estudio de la biblia en le iglesia, y me pregunto si podría llevar a algunos de los trabajadores a la iglesia. Los trabajadores estacionales iban a la iglesia regularmente, y lo tomaban como una oportunidad de socializar con los locales. Le prometí acompañarlos aunque no sea Cristiano, y nunca había asistido una clase así antes. Pero para conocer mas sobre las vidas de estos trabajadores, decide participar en el evento para entender completamente cada aspecto de sus vidas.
Al entrar a la iglesia, pude ver aproximadamente veinte personas en la clase, y mas de la mitad eran trabajadores estacionales. El sacerdote nos informo sobre el tema del estudio de esa noche que seria entender a Jesucristo a través de cinco aspectos. Nos demostró un video filmado por el seminario teológico, y repartió Biblias a todos después de enseñarnos el video. Aparentemente, todas las respuestas a nuestras preguntas se encuentran dentro de la biblia. Lo que le seguía era la lectura de los pasajes de la biblia, concluyendo con una discusión libre de nuestros pensamientos e ideas. Esta experiencia me record inmediatamente de los recuerdos de la Revolución Cultural. Durante ese periodo, China era un mar rojo, el país completo estaba envuelto debajo de un ámbito de un culto personal, tal y como una “iglesia” masiva. La gente se levantaba en la mañana y recitar las citas del Presidente Mao. Sus vidas podían ser descritas como “consultas matutinas y reportes tardíos”, cantando las canciones rojas, y bailando el baile de la lealtad al partido. Todas las preguntas que tenían en realidad parecían tener la respuesta en el librito rojo de las citas de Mao. Cuando llegue a Canadá la primera vez, mucha gente me sugirió ir a la iglesia cristiana. Me dijeron que era el lugar para hacer amigos y aprender ingles. Atendí la iglesia una vez, pero el procedimiento de la iglesia me record inevitablemente, de todo que había vivido durante la Revolución Cultural, así que nunca regrese,
Habían dos trabajadores Jamaicanos sentados en mi mesa. Su comprensión de Jesús se concentro alrededor de su relación con su familia, y como podían vivir su vida para poder reflejar los valores de las enseñanzas de Jesús. Al final, el sacerdote rezo por todos los trabajadores estacionales Estábamos en la temporada de cosecha, y el esperaba que todos los trabajadores puedan enfrentar sus obstáculos y dificultades. Rezo para que pudieran regresar sanos y a salvos a sus familias. Mientras que el sacerdote rezaba, empecé a observar las expresiones de los trabajadores. Estaban dedicados, rezando con sus ojos cerrados y en buena fe. Tome algunas fotografías mientras rezaban, y yo mismo rece para que ellos pudieran enfrentar cualquier dificultad en la temporada ocupada, y que puedan reunirse con sus familias muy pronto. Los ritos de la religión fue una de las maneras para escapar sus sufrimientos y ganar satisfacción espiritual.
15 de Julio
Me desperté a las seis de la mañana y salí corriendo a la granja en ayuno. El dueño de la granja me llevo a los huertos y me introdujo a muchos de los trabajadores jamaicanos. Tome muchas fotos en el huerto de las actividades de la cosecha. Todos los arboles fruteros tenían albaricoques naranjas y rechonchas. Las ramas de los arboles se doblaban por el peso de la fruta, y habían muchos albaricoques maduros en el piso también. Los trabajadores los recogían en el huerto, metiéndolas en canastas, y alineando los cestos debajo de los arboles para que los camiones se los llevaran. Los trabajadores trasladaban por los arboles en el sol de la mañana, sus cuerpos asoleados perfectamente debajo del sol. Pensé en la manera perfecta de capturar la imagen, y decidí fotografiarlos desde ángulos donde sus caras e identidades fueran indetectables. Son un grupo ignorados por la comunidad, solo imágenes que conservan su anonimato pueden representar la realidad de sus vida en estos ámbitos.
Mientras que el sol salía, salí de la huerta y vi un campo de rosas. Un grupo de trabajadores jamaicanos estaban destruyendo las plantas rodeando las flores. Mirándolos me record a mis tiempos cuando trabajaba debajo del sol ardiente en el campo durante la Revolución Cultural. Me pareció raro poder recordar las memorias de nuevo. Los trabajadores trabajaban en pares, parándose a los lados del rosal, jalando las plantas. Así, se movían de rosal en rosal hasta llegar al fin de la plantación. Me acerque a ellos para platicarles, preguntándoles si podía tomarme una foto con ellos. Me dijeron que si, inmediatamente. Estos trabajadores eran diferentes a aquellos en Columbia Británica. En Columbia Británica, los trabajadores eran como los dueños, negándome el permiso de tomarles fotos. Estaban preocupados de perder el trabajo, si alguien fuese a enterarse. Pero estos trabajadores Jamaicanos aceptaron felizmente, mostrando que las regiones del este de Canadá son de cultura mas sincera y abierta, y la relación entre trabajador y dueño tiene mas harmonía.
Camine por el campo y regrese a la casa de Jane en la noche. Ella me introdujo a su asistente Rachel, quien esta hacienda su maestría en sociología. Rachel también trabajo por la iglesia, entregando folletos informativos a las granjas cercanas, así que ya conocía a muchos de los trabajadores. Hicimos planes para que me llevara a ver las granjas el siguiente día. Además, Jane me pregunto si quería visitar al trabajador incapacitado del que me había contado, y de ahí fuimos a su casa. Al igual que las otras residencies, esta casa hospedaba a mas de diez trabajadores también. Vi al trabajador incapacitado preparando la comida para el siguiente día, y junto a el se encontraban las bolsas de comida para todos en la mesa. Me conto como la lesión en su mano le impedía levantar objetos pesados. El único trabajo que podía hacer ahora eran las logísticas de la casa, como preparar las bolsas de comida para que los trabajadores puedan llevarlas al campo, manejándolos al campo para el trabajo, y cualquier trabajo de casa que podía realizar. Fueron las diez de la noche cuando salí de su casa ese día. El campo estaba densamente oscuro, y la única fuente de luz provenía de las estrellas, brillando desde el techo. Había un coche estacionado en frente para transportar a los trabajadores a los campos. Aparte de la lucecita de las ventanas, todo lo demás estaba cubierto en oscuridad. ¿Quien realmente entiende los sentimientos de los trabajadores estacionales, enterrados debajo de las noches largas y solitarias?
Regrese a St. Catherine en la oscuridad. Recordando el tiempo que pase con los trabajadores debajo del sol, se me hizo extraño poder regresar al confort del “Holiday Inn”. Pensé en como me gustaría haber podido pasar la noche con los trabajadores, para vivir y entender su situación de vida completa, como si estuviera regresando a los tiempos cuando era un joven educado en el campo.
16 de Julio
Encontré un cesto de albaricoques recién picados en frente del coche de Jane cuando llegue a su casa en la mañana. Le avise sobre el cesto y me dijo que estos frutos eran un regalo de los trabajadores que han pasado por ahí. No se puede dudar cuanto los trabajadores la aprecian como “madrina”. La asistente de Jane, Rachel, me llevo a través el Rio Niagara para repartir folletos a los trabajadores. Me conto como cada granja tiene diferentes condiciones de vivienda. Normalmente, las casas hospedan a diez personas, pero hay casos donde cincuenta trabajadores son apiñados en una casa. Me conto sobre una manera de poder identificar quienes eran estos. Si vez una casa con bicicletas amontonadas junto a un árbol, debe de haber trabajadores estacionales viviendo ahí. Le pregunte por que era así, y me dijo que todos los locales y los dueños de las granjas conducían coches en esta región, y que solo los trabajadores montaban en bicicleta.
Después, fuimos a visitar al dueño de la granja que no pudimos conocer en el Mercado. El estaba trabajando en frente de una maquina seleccionadora de albaricoques en su almacén, y junto a el se encontraban dos trabajadores mexicanos. Rachel me introdujo, e incluso me dejo tomar fotografías de su propiedad. El dueño de esta granja estaba muy ocupado y nunca descanso, al igual que los dos trabajadores junto a el quienes estaban empacando los albaricoques. El dueño me conto que todos los albaricoques deben de ser mas grandes que 2.5 pulgadas para poder ser vendidos. Hubo un punto donde las granjas sufrieron de una perdida, ya que mucha de su fruta no calificaba para ser vendida. Esta regla fue establecida después de la presión de los productos granjeros de la E.E.U.U. El también esta considerando cambiando su huerta a un viñeta.
Maneje hacia las Cataratas del Niagara por el rio. Este es conocido como uno de los fenómenos naturales mas famosos del mundo. El sitio complete esta lleno de turistas, especialmente durante el verano. El agua cae furiosamente, salpicando agua a decenas de metros de altura. Podía casi ver a los trabajadores estacionales trabajando en el campo a través de los rayos de sol penetrando por el agua. Sus condiciones son iguales a la niebla del agua, evaporándose debajo del sol. La ruptura en el rio es el lo que ayuda a la catarata a mantener su magnificencia, pero aun así la gente escoge ver solamente la belleza de las cataratas. Nadie toma en cuenta el sufrimiento del rio quebrado. Para mi, los trabajadores estacionales son como este rio. El agua fluye a través de sus cuerpos, cargando sus sufrimientos, su nostalgia por su familia, su solidaridad, y su lucha de tener que quedarse en un país extranjero. Todo se une en algún punto y fluye a un lugar desconocido.
Gu Xiong
Verano, 2013